Eduardo Dockendorff, quien entre los años 2004 y 2006 se desempeñara como ministro secretario general de la Presidencia durante el período de Ricardo Lagos, sorprendió con una entrevista concedida al diario La Segunda donde dio a conocer su nuevo y sorprendente estilo de vida alejado de las comodidades.
El ex secretario de Estado comenzó explicando que en 2013, cuando ocupaba un alto cargo académico en la Universidad de Chile y tras separarse de su ex mujer con quien tuvo cuatro hijos, tomó la decisión de dejar su departamento capitalino en la calle Eliodoro Yáñez e irse a vivir al sur, específicamente a una cabaña de madera sin luz, agua ni gas ubicada en el sector de Alto Biobío, a tan sólo 10 pasos del lago Ralco. Regaló todas las cosas que tenía en su antiguo hogar, y sólo se llevó consigo un piano de cola.
Dockendorff cuenta en la conversación que vive en compañía de su perro pastor alemán bautizado como "Ronco", y tampoco cuenta con isapre ni está afiliado a alguna AFP.
Con 66 años de edad, el ex ministro explica a quienes le advierten los peligros de estar desconectado y sin cobertura de salud que "no los necesito, porque perdí el miedo a enfermarme, a perder el trabajo, a quedarme sin casa. Todos son fantasmas que sólo sirven para enfermarnos".
Uno de los pasatiempos favoritos de Dockendorff en esta nueva vida ha sido escribir libros, además de mantener los cuidados respectivos de su parcela.
Consultado si es que tiene pensada alguna fecha para regresar a la "civilización", el ex jefe sectorial responde no saber: "Por ahora no tengo ganas de volver. Aquí soy feliz".