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"Chile merece mejores legisladores, y ellos lo saben"

La influyente revista británica en un artículo titulado "Beyer recibe la patada" cuestionó el actuar del Congreso en su destitución teniendo una aprobación tan baja, según las encuestas.

Alejandro González

Jueves 18 de abril de 2013

Con una perspectiva crítica y poniendo en valor la gestión de Harald Beyer durante su periodo, la revista The Economist publicó un articulo referente a su destitución titulada "Beyer recibe la patada".

"Harald Beyer es un tipo modesto", comienza el texto que hace un breve repaso por su carrera en el Centro de Estudios Públicos y su carrera relacionada con la educación. "Es justo describirlo como un sabiondo en temas de educación", estima la publicación.

El artículo menciona que durante su gestión logró "recortar" los intereses del Crédito con Aval del Estado de un seis a un dos por ciento y que logró encausar recursos para entregar becas "a los estudiantes más pobres". Enumera también el proyecto de ley que envió al Congreso para crear la Superintendencia de Educación y mencionan su intención de "aplacar a los estudiantes, quienes durante los últimos dos años han protagonizado enormes protestas en favor de una gran reforma educacional".

 

En contrapunto a estas acciones, The Economist estima que "nada de esto pareciera importarle a los congresistas chilenos, al menos, a aquellos de la centro-izquierda opositora, la Concertación".

Según la publicación, "es cierto que el señor Beyer gestionó un sistema de educación imperfecto, plagado de irregularidades financieras. Quizá pudo haber hecho más para regularlo, pero se podría decir lo mismo de sus dos predecesores durante el gobierno del señor Piñera, o inclusive, de cualquier ministro de los últimos 20 años, cuando la Concertación estuvo en el poder".

Del mismo modo, escriben, la destitución de Beyer significa "un golpe de revancha", trayendo a colación lo sucedido hace cinco años con la ex ministra de Educación, Yasna Provoste. "Muchos en la centro-izquierda recuerdan eso y aún no lo olvidan", señalan. Afirmando con esto que "la acusación tiene un fuerte olor a electoralismo (...) Los chilenos elegirán a nuevo presidente en noviembre, y la campaña ya se está poniendo sucia".

"Los chilenos merecen algo mejor de sus legisladores, y lo saben", cierra el artículo, citando la baja aprobación del Congreso. "Cuando los congresistas votan a buenos ministros para anotarse puntos política, la falta de confianza de la opinión pública en el Congreso es difícilmente sorprendente.