"Es la mujer la que va a apechugar con eso toda su vida, no va a apechugar ni el cura, ni el de la UDI, ni nadie. Ella nomás".
Son las contundentes palabras de la ministra de Salud, Helia Molina, en La Tercera, tras ser consultada por las críticas a la intención del Gobierno de despenalizar el aborto en caso de peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto y violación.
La secretaria de Estado expresó que no está de acuerdo con la posibilidad que los médicos puedan oponerse a realizar un aborto terapéutico mediante la figura de "objeción de conciencia".
"Estamos hablando de situaciones súper precisas, estrictas y acotadas, que tienen que ver con el embarazo producto de una violación. Si la persona violada es capaz de hacerlo y quiere tener a su hijo, bien pues, nadie la va a estar estimulando para que aborte. Pero si esa persona que fue violada, castigada, traumatizada, dice 'yo no quiero tener este hijo porque cada vez que lo miro voy a ver en él a mi violador', tiene derecho, es su cuerpo, es su vida", afirmó.
La titular de Salud calificó como "tremendamente frustrante" la discusión que se ha generado por la interrupción del embarazo, afirmando que le "parece pequeño llevar una discusión de esta naturaleza a una posición de malos y buenos, de provida y contra la vida, porque no es así, es una falta de respeto para los ciudadanos. La gente no es tonta, ni tarada, ni oligofrénica para que se trabaje con ese tipo de argumentos".
En cuanto a la oposición expresada por la Iglesia, Helia Molina sostuvo que es "súper empática con la Iglesia. Entiendo que la Iglesia esté en contra de cualquier modelo para lo que considera vida, que a veces es el puro latido cardíaco y de vida, nada. Yo respeto las posiciones ideológicas, filosóficas y religiosas, pero resulta que los gobiernos no están al servicio ni de ideologías ni de religiones", concluyó.
Foto: archivo Agencia Uno