José Aballay estaba entusiasmado para ser vocal de mesa en la Escuela Patricio Lynch de Viña del Mar, tal como había sido designado por el Servicio Electoral (Servel).
Sin embargo, el jefe de local de la escuela, Arístides Figuero, resolvió que el joven no podría cumplir con el mandato, debido a que no sabía leer ni escribir.
"Dentro de las inhabilidades que establece el artículo 40 de la Ley Orgánica Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios, se establece que una persona no puede ser vocal si es analfabeto", dijo Figuero.
Distinta es la opinión de los padres de José, quienes estiman que su hija sí tiene la capacidad para hacer la tarea.
"José se puede integrar, él puede entregar un voto o entregar un lápiz", señaló la madre de José, Nury Araya.
"Es una pena porque él le gusta participar en todo, pero hay que hacer lo que ellos dicen", agregó el padre, Luis Aballay.