En medio de un clima que califica como "enrarecido", el ex presidente del Senado, Hernán Larraín, reflexiona sobre el ambiente que rodea las horas previas al discurso del Presidente de la República, Sebastián Piñera, este 21 de mayo ante el Congreso Pleno.
“Creo que existe un clima de mucha tensión política, un ambiente enrarecido que a nadie ayuda, a nadie favorece y que en lugar de hacerle el quite debemos enfrentarlo con un comportamiento que esté a la altura de la naturaleza institucional del 21 de mayo”, dijo el senador Hernán Larraín, presidente de la Comisión de Ética del Senado, a El Mercurio.
“Las diferencias son perfectamente explicables y racionales, pero éstas se pueden manifestar de una manera tranquila con mucha fuerza, mucha pasión, mucho respeto, sin recurrir al lenguaje de la calle ni a la retórica violentista, creo que ante este clima difícil hay que recuperar la calma. Ese es nuestro llamado y la conducta que todos debemos observar este lunes”, insistió el parlamentario.
Sobre la inasistencia anunciada por el ex presidente Edurado Frei, el senador Larraín cree que “es una conducta equivocada, porque cuando hay este tipo de tensiones la manera de enfrentarlas no es evitando la presencia, sino que poniendo la cara y teniendo una actitud republicana y eso es lo que yo quisiera que tuviéramos todos en el Parlamento”.
El parlamentario reconoce conversaciones con el senador Camilo Escalona en las que el presidente de la Cámara Alta le ha señalado estar “muy preocupado de eso y, precisamente, le ha pedido a todos los sectores políticos de la Concertación que participen, que asistan. Espero que también nuestra gente haga lo correspondiente y que el propio Presidente Piñera pueda, con su discurso, transmitir cordura y paz a los ánimos, y el siempre necesario camino del acuerdo”.
El senador cree legítimo buscar la verdad sobre lo ocurrido la madrugada del 27 de febrero, pero estima que ese interés de parlamentarios de la Alianza “ha sido interpretado de manera distinta, como una agresión o persecución a Michelle Bachelet y al final palabras sacan palabras y vamos escalando el conflicto”.
“Hay que tener mucha prudencia – agregó el parlamentario- porque primero es legítimo que los diputados quieran saber la verdad y es su deber fiscalizar, pero es razonable que tratándose de una ex Presidenta se tenga especial cuidado, porque también está la imagen y la institucionalidad presidencial de por medio, que hay que cuidar. Quizás todos han sobrerreaccionado frente a este episodio y pienso que la calma debiera hacernos meditar que las responsabilidades judiciales se están sustanciando donde corresponde, en los tribunales, y las responsabilidades políticas tienen que hacerse de manera ponderada en la Cámara de Diputados, pero no se debe sobrepasar el ámbito de la acción de cada cual”.