Por 33 votos a favor, uno en contra y una abstención, el Senado aprobó este martes en general la reforma tributaria que impulsa el Gobierno y que busca recaudar 8.200 millones de dólares a través de una serie de cambios en el sistema impositivo.
Los parlamentarios dieron luz verde a la idea de legislar el proyecto y posteriormente deberán analizarán en particular todas sus disposiciones, incluidas las últimas modificaciones que La Moneda acordó con la Alianza.
Estos cambios contemplan la creación de un mecanismo distinto a la renta atribuida -que funcionará de manera paralela-, un alza de 20 a 27% en el impuesto que pagan las empresas (dos puntos más que la iniciativa original) y la eliminación de la retención del 10% del total de las rentas atribuidas.
Algunos puntos que se mantienen de la reforma inicial son el monto recaudado, la rebaja del 40 a 35% en la tasa máxima que pagan las personas y la eliminación del Fondo de Utilidad Tributaria (FUT).
Una vez votado en particular, el proyecto vuelve a la Cámara de Diputados para que se ratifiquen todos los cambios aprobados en el Senado.