El movimiento estudiantil y las protestas en Aysén y Calama fueron hechos que llamaron la atención de la comunidad internacional. Chile aparecía como uno de los países latinoamericanos que avanzaba en calma dentro de la región: crecimiento económico y progreso envidiado, pero hoy eclipsado por el descontento social.
¿Cual es el problema? The Economist, la publicación británica, dedicó un largo reportaje, bajo el nombre de "El progreso y sus descontentos", para analizar la situación que se vive en Chile y la respuesta es el mal manejo político ante lo que se ha convertido en "la costumbre de protestar".
"Parte del problema es que el señor Piñera ha demostrado ser un político inepto, una idea que no es sólo de la oposición. EL gobierno fue lento al responder a las protestas estudiantiles (...) A la gente le molesta la arrogancia de Piñera", dice la publicación.
Añade que los políticos, en general, están sobrepasados y "se preguntan si están viviendo una rebelión contra 'el modelo'", en referencia a la economía de libre mercado, debido a la petición de beneficios más justos y una distribución más igualitaria de los ingresos.
"La distribución de los ingresos en Chile es la más desigual de la OCDE, un grupo de 31 países mayoritariamente ricos al que se unió en 2010", señala.
La publicación tiene espacio para analizar la situación de la oposición y recalca que su aprobación no es mejor a la que tiene el presidente Piñera, al punto que considera que dejó que irrumpiera la figura de Camila Vallejo y llevara al Partido Comunista a tener influencia tras "20 años de irrelevancia política".
Finalmente, la revista recalcó los problemas de colusión y aseguró que "la economía chilena se ve acribillada por los oligopolios" que afectan al chileno con menos ingresos y adelanta que el debate que se tomará el 2013 será sobre el gasto público, la promoción de la competencia y el aumento de la productividad.
"La sociedad chilena cambió más rápido que sus élites y su sistema político. Los políticos ya han sido avisados", concluye.