Ahora existe una nueva forma de engañar utilizando el mismo modus operandi de los tiempos compartidos. Esta vez, usan el gancho de pertenecer a un club de belleza con múltiples beneficios.
Citan a clientes bajo la promesa de un regalo, les muestran el lugar, los marean en eternas y agotadoras charlas. No entregan información clara, no se identifican con sus verdaderos nombres y publicitan convenios que no existen o que en la realidad son descuentos para cualquier persona.
Convencen al cliente que al firmar estarán asociados a importantes cadenas de peluquerías, clínicas, centros de estéticas, spa, restaurantes, etc.
Los contratos varían entre los 300 mil pesos y los ocho millones , dependiendo del cupo de la tarjeta del cliente y cuando este toma conciencia de lo firmado, se arrepiente o intenta utilizar los servicios comienzan los problemas, ya que no permiten el derecho a retracto.
Hay antecedentes que detrás de este negocio existen personajes involucrados en estafas anteriores de tiempos compartidos, tienen el mismo negocio pero cambiaron el rubro.