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Pionero en cata a ciegas

Eduardo Chadwick cuenta la fórmula con la que consiguió que los vinos chilenos derrotaran a los mejores del mundo,incluyendo a los franceses.

Mónica Ñancupán

Martes 7 de mayo de 2013

Que el vino chileno esté posicionado entre los mejores del mundo, no es casualidad ni producto de la suerte, Eduardo Chadwick, presidente de Viña Errázuriz, es uno de sus principales responsables.

El 2004 en Berlín, Chadwick realizó la primera cata a ciegas. Una competencia en la que sus tres mejores vinos se midieron con los mejores de Francia e Italia y donde los principales críticos internacionales, catalogaran a sus cepas como las mejores.

El hombre que tomó el timón de la empresa familiar el año 85 cuando el valor del vino era más económico que el del agua y que durante ocho años se esforzó para que los vinos nacionales llegaran al top 5  del mundo, revela que la idea de la cata a ciegas fue para que los expertos calificaran la calidad del vino en base a su aroma y sabor, y no por el país productor.

Así, generando polémica entre sus competidores, quienes aseguraron que Chile sólo producía vinos nuevos de calidad, Chadwick apostó por hacer la misma competencia en otras 15 capitales mundiales, incluyendo cosechas históricas.

Hoy, Chadwick cree que el desafío pendiente de la industria vitivinícola chilena, está en trabajar en la imagen y es que para él, el trabajo de producción de vinos ya está hecho.