Durante esta jornada se cerró el proceso de los alegatos de nuestro país en La Haya, instancia donde se planteó una pregunta -para Chile y Perú- por parte de los integrantes de la Corte.
¿Consideran ustedes que la declaración de Santiago de 1952, se podía proclamar y delimitar una zona marítima de soberanía y jurisdicción exclusiva sobre el mar que baña las costas de sus respectivos países hasta una distancia mínima de las 200 millas marinas desde las referidas costas?
El diputado Marcelo Díaz (PS), considera que es válida la interrogante planteada debido a que la delimitación marítima de 200 millas mezcla una práctica de costumbre internacional con derecho internacional. A su parecer, Chile y Perú sí contaban con la capacidad jurídica para firmar este tipo de tratados, aún cuando se tratase del año 1952.
'Lo que el juez intenta hacer, es que ambos países precisen cuál es la génesis de esta jurisdicción sobre las 200 millas marinas a partir de la costa', señaló.
'Perú ha buscado politizar el caso, ha buscado influir políticamente en los jueces'.
Uno de los aspectos fundamentales a considerar en este tipo de interrogantes, es que en derecho internacional, 'no sólo es fuente del derecho lo que está escrito en los tratados y convenciones, también la costumbre; la costumbre genera derecho', expresó el diputado.
Sobre el posible actuar de Chile respecto a la pregunta, Díaz cree que nuestro país defenderá el derecho que tenía, como nación soberana, fundado en la costumbre internacional, de llegar a ese acuerdo. Además, no cree que exista dudas por parte del juez sobre la existencia del tratado en sí mismo, sino que en la capacidad de ambos países para firmarlo.
Lo medular entre la posición chilena y peruana, es que 'los peruanos sostienen que los tratados no son tratados, y que no fijaron límites, y que de ser algún tipo de instrumento internacional, eran acuerdos pesqueros, mientras que Chile desea afirmar es todo lo contrario: que son tratados y que es un asunto de interpretación', expresó.
Respecto a la suerte de confianza que han mostrado la mayoría de políticos respecto a la posible victoria Chilena, Díaz indica que se trata más bien de la confianza que existe en nuestros argumentos. 'Los argumentos de la posición chilena es sólida', sentenció.
Los puntos más fuertes en favor de la presentación de Chile en esta fase oral, fueron, a juicio de Díaz, el cambio de discurso establecido por Perú, 'con el objeto de evitar que Ecuador -que mantiene la misma posición de Chile- concurriera a La Haya (...) esto revela ante el Tribunal, que Perú tiene dos posiciones, una respecto del límite norte y otra respecto del límite sur'.
Un segundo elemento destacable en favor a Chile, es que 'Perú gastó toda su energía en convencer a los jueces de que no habían tratados, y que si estos tratados existían, eran de otra naturaleza', indicó. En cambio 'creo que Chile hizo bien en la contestación de esa afirmación: reponer el carácter de tratado'.
Como tercer elemento, el diputado considera que 'Perú ha buscado politizar el caso, ha buscado influir políticamente en los jueces', hecho que quedó de manifiesto cuando Perú comenzó a levantar la idea del armamentismo chileno, esto con el fin que se diera a entender que era necesario tomar decisiones con respecto a la zona fronteriza para 'bajar la temperatura'.
Por último, y ante la duda de las posibles 'tensiones' provocadas en ambos países luego que la decisión se de a conocer, Díaz considera que 'la parte que no sea satisfecha va a tener que vivir un proceso de derrota judicial (...) pero habrá heridas en ambos lados y tendremos que agilizar un proceso para encauzar la relación'.
Finalmente, la esperanza radica en que una vez terminado este ciclo en La Haya, 'Chile y Perú comiencen a mirar las cosas desde una perspectiva distinta'.