El ministro del Trabajo y Previsión Social, Juan Carlos Jobet explicó en qué consistiría un proyecto de reforma previsional que debiese estar listo antes de fin de año. “Es muy difícil que esté funcionando antes del 11 de marzo de 2014, pero estamos trabajando para una propuesta al país antes de esa fecha”, añadió la máxima autoridad de esa cartera.
El secretario de Estado asegura que más que cambiar por ley la edad de jubilación, es importante incentivar a las personas a extender su tiempo laboral, voluntariamente, mediante incentivos tributarios y programas de capacitación que les permita reinsertarse a la sociedad en empleos distintos que calcen mejor con las habilidades y las restricciones que va imponiendo la edad, además de propiciar ambientes laborales más adecuados.
“Con los expertos hemos visto que una cotización del 13 a 14% es razonable”, aseguró el ministro, sin embargo, advirtió que este cambio podría tener un efecto en el salario y también en los empleos. “Esto se haría de manera gradual, para tener cuidado de no tener un efecto inverso en los empleos”, a lo que añadió que los primeros lineamiento establecería que del aumento se haría cargo el empleador.
Así también advirtió que “el sistema de pensiones tiene un retorno promedio de 9% por año, es decir, muy, muy positivos” y agregó: “Hay una ecuación riesgo-retorno que las personas tienen que elegir (…) y el retorno de las inversiones no tiene impacto en la rentabilidad de las AFP. Lo que nosotros queremos fomentar la competencia entre las AFP, aplicada al porcentaje de la comisión que cobra cada una de éstas por administrar los fondos”, explicó.
“Más competencia y comisiones más bajas es necesario, pero también es necesario que la gente se informe y busque la AFP que es más conveniente para ella”, remarcó el secretario de Estado.
En la entrevista la autoridad descartó que el seguro de cesantía pase a las administradoras de fondos de pensiones. Sin embargo, afirmó que se está trabajando para que este seguro mejore sus topes y beneficios, reduciendo su costo del 3 al 2%, para que con la diferencia se financien las salas cunas.
Por último sentenció que no ve ninguna razón por lo que una AFP estatal podría dar mejores pensiones que una AFP privada.