En esta nueva edición de "Mírame, lo que nunca te dije", el diputado Tucapel Jiménez accedió a reunirse con uno de los hijos de los asesinos de su padre durante la dictadura por parte de agentes del Estado.
Tucapel Jiménez padre era reconocido como el líder de los trabajadores, formando parte de la oposición a la dictadura militar y era visto como el hombre que uniría el movimiento sindical. Siendo presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), fue asesinado en el año 1982.
A 38 años de la muerte de su padre, Jiménez sigue en búsqueda de la verdad, por lo que accedió a participar en este programa si lograr obtener nueva información en otros casos de violaciones a los Derechos Humanos, en donde se podría reunir con uno de los asesinos o el hijo de este Javier Herrera.
En el programa Medianoche, en 2001, Carlos Herrera envió un mensaje grabado a Tucapel Jiménez: “Es cierto, señor Jiménez, fatalmente yo maté a su papá”.
“En cadena nacional todo el mundo hablaba del asesino. Se me fueron derrumbando mis recuerdos. Yo los tapaba con fantasías”, dijo Herrera.
El hijo del líder sindicalista cuenta que escucha la cinta de despedida que le entregó su padre ante la sospecha de que lo pudiesen asesinar, tiempo antes de que esto efectivamente ocurriera, cosa que era impensada por el actual diputado PPD en ese momento.
Ni Jiménez, ni Javier Herrera, hijo del asesino, eligieron ser testigos cercanos de este hito que marcó nuestra historia reciente. Según cuenta Herrera, “nací en los delitos de lesa humanidad y derechos humanos”.
Ante la pregunta de cuántas personas cree que haya asesinado su padre, Herrera dijo que “no las he contado. No sé si quiero saberlo”. De hecho, recordando su infancia, Javier habla sobre las visitas de los “tíos” que llegaban a su casa, quienes eran nada más ni nada menos que Álvaro Corbalán, Francisco Zúñiga, entre otros quienes participaron en delitos de lesa humanidad.
Manuel Bustos, ex presidente de la CUT describió en 1991 al líder sindical Tucapel Jiménez Alfaro: “Era visto como el que uniría al movimiento sindical, podía poner en peligro la dictadura”.
El hijo del sindicalista fue enfático al recordar el asesinato de su padre, “tuvimos claro inmediatamente que la dictadura lo había asesinado. Días antes Pinochet lo había amenazado”.
Por otro lado, Javier, hijo del asesino señaló que, “mi papá eliminó a don Tucapel Jiménez un día jueves y el día lunes en La Moneda, Pinochet lo premió…Qué asco”,
Herrera recordó las últimas palabras que le dijo su padre antes de que se lo llevaran detenido por diversos delitos de lesa humanidad: “Tú ya no me vuelves a ver". Asimismo agregó que Carlos Herrera nunca explicó los hechos que realizaba en su trabajo, que él lo tuvo que investigar por su cuenta.
Del mismo modo continuó señalando que cuando tenía poco más de 20 años leyó el expediente del caso de Tucapel Jiménez. “Tuve un problema grande. El más importante de mi vida. El descubrir que tu papá mató gente no es fácil”.
También recordó que su padre "describió la muerte de don Tucapel Jiménez completa mirándome a la cara, porque yo le pedí”
En julio del año 83 la CNI asesinó al carpintero Juan Alegría. Dejaron una falsa carta suicida para intentar encubrir el asesinato de Tucapel Jiménez Alfaro. Su familia nunca creyó en esta versión. Por estos dos crímenes Carlos Herrera fue condenado a cadena perpetua.
Encuentro entre hijos de asesinos
Carlos Herrera Jiménez no fue el único autor del homicidio de Tucapel Jiménez. Otro de los condenados, Manuel Contreras Donaire, obtuvo el indulto en 2005.
Por primera vez gracias a la producción de "Mírame, lo que nunca te dije", se encuentran Javier Herrera y Manuel Contreras Pizarro. Los padres de ambos asesinaron a Tucapel Jiménez Alfaro.
“Yo me hubiera negado”, responde Manuel Contreras Pizarro al ser consultado sobre qué hubiera hecho en la posición de su padre ante el crimen de Tucapel Jiménez.
“La natura dice que no, pero yo no fui adiestrado”, dijo Javier Herrera ante la pregunta de si hubiera hecho lo mismo que su padre en el caso Tucapel Jiménez.
Paulina de Allende Salazar , le preguntó a Manuel Contreras Pizarro si su padre sigue siendo su héroe: “como padre, por supuesto. Como funcionario del Ejército no”, respondió Contreras.
Encuentro entre Jiménez y Herrera
El esperado encuentro entre el hijo de Tucapel Jiménez, asesinado por el padre de Javier Herrera, se realiza bajo tensión.“No sé con quién me voy a encontrar”, dijo el diputado en camino hacia la reunión que se realizó en la animita del fallecido lider sindical. Javier reconoce que nunca se había bajado en dicho lugar.
Una vez en el lugar, la conversación fluye entre ambos. Tucapel escribió una carta para que el asesino respondiera quien fue la persona que detuvo a su padre.
"Yo lo detuve, de la forma tradicional en la que se detienen los taxis", fue la respuesta del homicida, tal como señala en el expediente dijo Tucapel.
La respuesta de Carlos Herrera no deja satisfecho a Tucapel Jiménez. “No me va a cuadrar a mí que haya ido a trabajar en su taxi siendo que tenía una reunión importante”.
“Yo no he vivido completamente libre con esta carga que tengo del nombre”, confesó el diputado, agregando que “en esto lo hiciste mal, deberías haberte sacado esa mochila y haber vivido tu vida”, palabras que cree que le habría dicho su padre.
Por su parte Javier Herrera habla de lo duro de tener a su padre encarcelado. “Yo daría cualquier cosa por poder ver a mi papá en una cárcel”, le responde Tucapel Jiménez.
“No sé qué puede ser mejor, ser hijo de un papá asesinado o hijo de un papá asesino”, reflexionó el diputado en el encuentro. Asimismo, Javier le dice que “en la muerte de Tucapel hubo líderes de corbata que hoy están libres”.
Tucapel Jiménez le pide a Javier Herrera en hacer de puente con los presos de Punta Peuco para la entrega de nueva información: “Imagino que alguno debe estar consciente del daño y el dolor que provocó”.