Pese a la tragedia ocurrida en la capital regional que dejó 200 viviendas destruidas y que costó la vida de más de 100 personas, aún las vías aluvionales siguen siendo ocupadas como verdaderos vertederos clandestinos que comprometen su función, evitar que se repitan los destructivos daños del aluvión que afectó 21 años atrás a Antofagasta.