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Realizan nueva velatón por joven malabarista que murió tras disparo de carabinero en Panguipulli

Decenas de personas se congregaron en la esquina donde Francisco Martínez perdió la vida, dejando velas y flores en una animita. Además, en el lugar se pueden apreciar carteles exigiendo justicia.

24Horas.cl Tvn

Martes 9 de febrero de 2021

Durante la noche de este martes, decenas de personas se congregaron en la esquina donde el joven malabarista Francisco Martínez perdió la vida tras recibir disparos percutados por un funcionario de Carabineros.

En las imágenes se puede ver como las personas prenden velas y dejan flores en una animita levantada en honor al artista, además de la exhibición de carteles pidiendo justicias.

 

Cabe recordar que durante la tarde de este lunes se llevó a cabo la formalización del carabinero Juan González Iturriaga, el cual quedó imputado por ser el eventual autor de homicidio simple.

La audiencia de formalización

En horas de la tarde y tras un largo receso, el juez del Tribunal de Panguipulli explicó su decisión final, destacando el testimonio de una testigo que estuvo presente "desde el inicio del procedimiento policial que acabó en la muerte del afectado".

De acuerdo a ese testimonio, "al momento que el imputado toma la mano del afectado, hace uso de uno de los machetes que portaba para intentar agredir con el mismo al imputado" y que, por esa razón, el funcionario retrocede y desenfunda su arma de servicio.

Para el juez, el "afectado intenta agredir con el elemento que portaba al efectivo policial".

 

En ese sentido, explicó que la amenaza correspondería, según señaló, a un "nivel cinco de agresión activa potencialmente letal que contempla el protocolo de acción policial", dado que "intenta agredir derechamente a un policía (...) haciendo uso de un arma blanca consistente en uno de los tres machetes".

La información recabada por el tribunal, le permitió al magistrado sentenciar que por el material metálico, "en el evento de ser usado como arma (...) el eventual resultado de dicho uso mantiene carácter potencialmente letal" ante posibles golpes en cabeza o cuello.

A juicio del Juzgado de Garantía, esta situación "habilitó al efectivo policial para hacer uso del arma de servicio".

Eso sí, el juez estimó que el último disparo, el que dio muerte a la víctima, no está amparado por el derecho y es un "exceso policial en el uso de la fuerza".

En definitiva, el Tribunal estimó que se configura la tesis del homicidio simple en grado de consumado y en calidad de autor del imputado. Se decretó arresto domiciliario total y cuatro meses de investigación.

Por su parte, los querellantes decidieron que apelarán a la resolución respecto a la medida cautelar.

Defensa del acusado: "Don Juan trata de evitar esto, porque él va siempre retrocediendo"

Más tarde, desde la Defensoría Regional se expresó que "lo primero es recordar que esto es una tragedia y para todos: para Francisco, para con Juan, para Panguipulli y para todos. Hay que recordar siempre que toda vida humana es valiosa y, por lo tanto, cualquiera que se pierda es una afectación a la sociedad. En ese sentido, la vida de don Juan también es valiosa y también recibe protección de parte del ordenamiento jurídico, y lo recibe desde antiguo a través de la legítima defensa. Tiene dos fundamentos: la protección de los individuos y el prevalecimiento del derecho a través de la prevención general".

"Se señala que el joven intenta atacar con un machete al carabinero. Eso es lo que dice la testigo presencial de los hechos, no lo dicen funcionarios policiales, sino testigos civiles, que algunos estaban de paso por la ciudad y (otros) que viven en Panguipulli y que tal vez tienen mucho que perder con estas declaraciones (...) Incluso si el control fuera preventivo, si él se niega está cometiendo una falta de ocultación de identidad. Eso habilita, y lo dice el control preventivo, es justamente de las faltas que habilitan a la detención. Creemos que no es preventivo, en todo caso, pero si fuera preventivo estaban habilitados por las normas legales ya referidas", agregó el abogado defensor.

 

Posteriormente, el abogado sostuvo que "en todo caso, debemos recordar que existe la norma que castiga el porte de armas cortantes y punzantes (...) Entonces, si a mí me dicen que hay personas con machetes metálicos, más allá de si tengan o no filo, de una empresa que se dedica a fabricar machetes y no utensilios de circo, lo mínimo que puede hacer un funcionario policial es acercarse y realizar las consultas respectivas. Es una obligación y eso fue lo que hizo don Juan al controlar a esta persona".

Luego, indicó que González "le dice claramente a la persona que baje los cuchillos, y la persona no obecede las solicitudes de parte de la autoridad (...) El funcionario policial estaba con su uniforme, todos podían saber que era funcionario. Control físico no podía realizar, ¿cómo podía hacerlo si (Martínez) estaba con los machetes? (...) Claramente el bastón retráctil no era suficiente para el caso y lo otro que tenía era el arma de servicio. Don Juan trata de evitar esto, porque él va siempre retrocediendo. Nunca avanzó".

"Lo único que le quedaba era el uso del arma de fuego, no tenía más alternativa, porque eso es lo que le da el Estado. Si el estado le diera otros medios, bienvenidos, pero eso no lo tiene don Juan en estos momentos. Él siempre dijo que soltara el arma, los machetes. No puso en riesgo la integridad de terceros y buscó disparar al suelo. Cuando termina la agresión, enfunda su arma y se queda en el lugar tres minutos, hasta que se resulta insostenible quedarse", indicó posteriormente.

Además, afirmó que "ellos (querellantes) estiman que el último disparo fue desproporcionado. Nosotros creemos que no (...) El funcionario, antes de recibir su última agresión, todos sus disparos se dirigieron a la parte baja de la víctima, que blandía o exhibía sus sables y se acercaba al funcionario".

Abogado querellante: "El último disparo constituye una circunstancia alevosa"

El abogado querellante, Rodrigo Román, indicó que "en ningún caso, un control de identidad puede ser con pistola en mano (...) El fiscal jefe acaba de aclarar que el último balazo fue directo al corazón, en esa región. Un disparo absolutamente innecesario, por decirlo menos e informalmente, desproporcionado. Aquella circunstancia da cuenta indudablemente del agravante espefícico del homicidio: es alevoso (...) Cuando se va a actuar en legítima defensa o cuando no se tiene el ánimo de matar, normalmente los disparos van hacia las extremidades inferiores, las piernas".

La versión de los policías, de que se habría defendido legítimamente porque habría recibido un machetazo en su gorra, es una cosa que está por verse. Lo cierto es que no logramos apreciar que la gorra saltara a ninguna parte, no fue fijada fotográficamente por la policía, nada de eso".

 

Luego, añadió el abogado, "as imágenes que vimos son las que se exhibieron e incluso fueron acompañadas por fotogramas explicados por el fiscal. Con eso en el fondo se quiere justificar que se habría actuado con legítima defensa".

"Al menos respecto al imputado, Juan González, concurren los hechos suficientes para calificar que su conducta se ajusta a lo que impone el legislador penal (...) Le disparó en el corazón a Francisco Martínez, un disparo completamente innecesario. Ese último disparo constituye una circunstancia alevosa (...) La víctima no tenía ninguna posibilidad de defenderse", agregó Román.

Para cerrar, el abogado querellante sostuvo que "sostengo la petición de que se decrete la prisión preventiva en un lugar común de los establecidos para cualquier imputado".