Fue en el verano del 2009, en una vivienda de la población Pedro León gallo de Copiapó, donde una niña de sólo 11 años de edad fue víctima de abuso sexual reiterado por el conviviente de su madre.
La Fiscalía desestimó las pruebas y no perseveró en un juicio de abuso sexual reiterado. Sin embargo, la parte querellante logró la condena del culpable que dañó a una niña de sólo 11 años.
Fue en el verano del 2009, en una vivienda de la población Pedro León gallo de Copiapó, donde una niña de sólo 11 años de edad fue víctima de abuso sexual reiterado por el conviviente de su madre.