Luego que se levantara la suspensión del proceso impuesta desde enero, este martes la Comisión de Evaluación Ambiental de la región de Aysén aprobó la construcción de la central hidroeléctrica Río Cuervo.
El proyecto tendrá una capacidad de 640 MW y contempla una inversión de US$ 645 millones.
La aprobación -que curiosamente llega un año después de la aprobación de Hidroaysén- siguió adelante pese a las manifestaciones de organizaciones sociales contrarias a la iniciativa en las afueras del Servicio de Evaluación Ambiental, que provocaron enfrentamientos con Carabineros.
Esta será la primera de tres centrales que la empresa filial de Xtrata Cooper pretende instalar en la zona, y a juicio de sus detractores, duplicaría la destrucción provocada por la polémica Hidroaysén.
Para el senador por la región, Antonio Horvath (RN), que conversó en exclusiva con 24horas.cl, la rapidez de la votación (poco más de dos horas) hace pensar que no hubo mayor discusión respecto al tema. Incluso según su apreciación, muchos de los asistentes –incluída la Intendenta Pilar Cuevas- llevaban su preferencia escrita, por lo que votaron sin dar mayor argumentación.
Adelantó que recurrirá a tribunales para detener la construcción de esta nueva central, ya que “por la cercanía a volcanes y el riesgo de erupciones pone en riesgo la vida de las personas”.
El parlamentario además criticó que nuevamente no se escuchó a la población, no hubo mayor injerencia de las organizaciones ciudadanas y las exigencias presentadas “son pequeñas para la magnitud del proyecto”.
A su juicio se requiere una modificación profunda a la Ley del Medio Ambiente para impedir que se siga destruyendo la patagonia para proveer de energía a las grandes mineras del norte de Chile.