Ruido infernal que supera los 100 decibeles. Es el sonido ensordecedor de una galletera. El sonómetro no miente. Con este aparato se realiza la medición, trabajo que está haciendo una empresa magallánica en distintos rubros desde hace algunos meses.
Si un trabajador estuviera expuesto diariamente a un ruido que supere los 80 decibeles, tendría que estar en un programa de vigilancia médica. Eso indica la normativa de salud ocupacional desde el 2012. Solo en el primer semestre en la seremi de salud han fiscalizado más de 40 empresas, han cursado sumarios sanitarios a aquellas que no han cumplido con un plan de gestión.
Prevención, autocuidado y responsabilidad de los empleadores. Ecuación que ayudará a que los trabajadores no se expongan de forma irresponsable al ruido, ese que genera daños irreversibles.