Su día a día son los trámites. Son responsables de las cédulas de identidad, de entregar certificados como los de nacimiento y de hacer transferencias de vehículos. Timbran papeles, facilitan procesos y atienden público, pero siempre desde su escritorio, donde pasan más de ocho horas diarias sentados.
A las cuatro y media de la tarde termina la jornada laboral y
empieza la parte más entretenida del trabajo.
Con la misma prolijidad con que hacen su trabajo, desarrollan
las rutinas de ejercicios que dos veces a la semana invaden su oficina, luego que
postularan a un taller del Instituto Nacional del Deporte.
Cambian el uniforme por la ropa deportiva. Las preocupaciones
por las rutinas de ejercicios, y el sedentarismo que exige el trabajo, por una
jornada a la que no todos se suman pero sí siguen con esmero.