Viven a sólo 5 minutos del centro de Punta Arenas, sin embargo, su condición de ruralidad los complica. Muchos no cuentan con agua potable, no hay alcantarillado y los caminos en invierno se transforman en una verdadera pesadilla. Es la realidad de los vecinos de Pampa Redonda, quienes ven con optimismo las gestiones que realiza el gobierno para traspasar el dominio de los caminos al municipio y así gestionar recursos públicos.