Fue hace poco de más de dos semanas, cuando una explosión encendió las alarmas. Una camioneta explotó en un céntrico servicentro de Punta Arenas mientras se abastecía de gas natural comprimido. El vehículo no contaba con el permiso ni la certificación para funcionar con este combustible, tampoco su conversión fue realizada de manera legal. Emergencia que motivó el inicio de fiscalizaciones.
Es casi un 70% de ahorro que beneficia a los autos que funcionan con gas natural comprimido. Vehículos que sólo pueden circular y abastecerse de combustible si cuentan con la certificación requerida. Ya que una explosión por un sistema de conversión al gas ilegal bien podría repetirse, una irresponsabilidad motivada por el ahorro de dinero que puso en peligro más de una vida.