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Magallanes: La nueva vida en la Villa Última Esperanza

En octubre de 2013 20 familias de punta arenas dejaron atrás décadas de historia en un lugar sin agua potable y sin gas, pese a las inclementes temperaturas de Magallanes. Eran los vecinos de los pitufos, el ex campamento más austral del mundo. A escasos días del invierno, quisimos saber cómo reciben a esta fría estación en el lugar al que hoy llaman su renovado hogar.

Centro Regional Austral

Miércoles 4 de junio de 2014

Fue el último campamento de Magallanes. 20 familias que por esas cosas de la vida llegaron a habitar este terreno en el sector norte de Punta Arenas. No tenían agua, tampoco gas.

Por años esta fue la realidad de los vecinos del ex campamento Los Pitufos. Tenían que acarrear el agua desde un pequeño río en la parte trasera de sus viviendas. Luzmira llegó a este terreno hace 33 años. Aún recuerda los difíciles episodios que le tocó vivir en este lugar, que entonces era sólo una pampa.

Con el mismo rigor que enfrentaron la vida que dicen les tocó,  comenzaron a desarmar su campamento. Así comenzaban a dejar décadas de historia. Con cada tabla, con cada lata que sacaban había sentimientos encontrados.

De cada muro, de cada puerta se sacaban recuerdos. 10, 20 y hasta 30 años de la dura vida de estos vecinos que desarmaban con tristeza, pero también con la esperanza puesta en un mejor hogar.

Pero de los anhelos, de las aspiraciones pasaron a lo que alguna vez si veía muy lejano: un proyecto habitacional que les cambió la vida. Magallanes se transformó con la entrega de esta Villa Última Esperanza en la primera región del país sin campamentos.

20 UF aportó cada vecino para hacer realidad este sueño. Uno que fue inaugurado en el 2013 y que es evaluado positivamente por quienes iniciaron aquí una nueva vida.

Las historias de agradecimiento acá se repiten. Miria y Juan recuerdan los duros días en el ex campamento y su nueva vida en la Villa Última Esperanza.

También ha sido un cambio para los más jóvenes que en este lugar prácticamente han iniciado una nueva vida.

Estas casas nuevas transformaron a Magallanes en la primera región del país sin campamentos. Un logro que no quisieron comentar en la seremi de vivienda. De los baldes con agua, del hacha cortando leña, pasaron a la estufa y al agua potable. Llegaron a un lugar que no era de ellos, ahora, varias décadas después, pueden decir con firmeza que son los nuevos propietarios de la Villa Última Esperanza.