Con un mar que no supera los 4 grados de temperatura y ráfagas de viento que a
ratos son más tibias, 20 minutos de viaje nos separan de la primera parada. Es la Hostería Faro San Isidro, el lugar donde descansaremos el primer día, y hasta donde también se puede llegar tras una caminata de varias horas.
Cuarenta mil pesos la noche con desayuno, tras ella uno de los puntos marítimos más importantes de Magallanes, el Faro San Isidro.
Inaugurado en 1904 y con casi 8 metros de altura, el Faro San Isidro es el lugar exacto donde el Estrecho de Magallanes se tuerce para que sus aguas choquen con la costa local.
Pero esta zona de la Península de Brunswick guarda más sorpresas.
Cuarenta y cinco minutos de caminata aún más hacia el sur, es la Bahía El Águila, el sector que ofrece una vista distinta de la zona y una oportunidad para acampar sin más sonidos que los de la naturaleza.
No hay comercio cerca, tampoco restaurantes, por lo que quien llega hasta acá, debe preocuparse de su alimentación.
Claro que también existe una alternativa más económica, que requiere menos conocimientos pero que exige mucha paciencia.
Dos días son suficientes para recorrer y disfrutar el sector, claro que cuando hablamos de Magallanes no debiera haber límites ni horarios que impidan conocer mejor la geografía de la zona más austral del continente.