Una sorpresa fue la que se llevó Berta de 70 años al darse cuenta que ayer el viento se llevó el techo de su casa. Ella es ciega y tiene un grado de sordera. Pudo enterarse de lo que sucedía en su hogar porque su nieta de 4 años la alertó.
Una situación que atemorizó a todo el barrio.
El viento – en la ciudad – alcanzó 123 km/h lo que provocó que mucha gente – al igual que la señora Berta – tuvieran pérdidas casi totales.
Es el caso de Esteban Fajardo, conocido agricultor puntarenense quien perdió su invernadero.
Cómo no íbamos a enfrentar este tipo de viento, si fíjese que somos la cuarta ciudad más ventosa en todo el mundo con un promedio de 23,5 km/h durante todo el año. Viento que se ha ido incrementando.
Intensidad que provocó que cuatro personas en su mayoría de la tercera edad ingresaran al hospital por caídas producto del viento.
Los destrozos también fueron numerosos.
Hoy esta austral zona luce más tranquila. Sólo que esta calma se perderá pronto, para el jueves y viernes se esperan rachas de hasta 90 km/h.
Esperemos que las consecuencias no sean las mismas que ayer.