Es el caso más emblemático del último tiempo. Rosamel Colivoro fue el primer condenado a presidio perpetuo simple en la región. Fue considerado por los jueces como culpable de dos delitos de violación, un delito de estupro, abuso sexual y almacenamiento de material pornográfico infantil. Él logró acercarse a los menores ganándose su confianza, método que predomina en los delitos de este tipo que se registran en la región.
Por eso para los expertos es importante estar atentos al comportamiento de los pequeños y darles herramientas para que sean ellos mismo los que logren detectar posibles amenazas.
Luego muchos abusadores intimidan a los pequeños, asegurándoles que algo les puede pasar a sus seres queridos, si hablan.
Sólo en el 2014 se registraron 229 denuncias por delitos sexuales, hubo 15 juicios orales. En algunos de ellos, y cuando no hay pruebas químicas, las declaraciones son fundamentales.
Todos tienen la responsabilidad de denunciar frente a un caso de abuso. Si no lo hace, puede ser parte del ilícito.
Estar atentos en las señales de los hijos, tener una comunicación permanente. Simples acciones que le podrían ayudar a detectar este tipo de delitos.