Una instancia que ejecuta el Cequa para mantener esta tradición, pero también para enseñar a cuidar nuestros cuerpos de agua dulce, de un invasor que ya está en Magallanes: el didymo.
El próximo fin de semana continúa este taller, de técnicas de lanzamiento, con otro grupo de 20 niños que probarán sus habilidades con la caña y la mosca. El mismo día, se sortearán algunos instrumentos de pesca entre un total de 40 niños asistentes al taller, para, de esta manera, motivarlos aún más.
Cientos de personas vienen de otros lugares del mundo a realizar esta actividad en los codiciados escenarios de la Patagonia. Y si ellos vienen desde lejos, por qué no aprovechar nosotros nuestros ríos y paisajes para pasar un buen momento. La invitación está hecha.