Es un panorama que Sandra enfrenta a diario desde que junto a su marido se asentó en una parcela del rincón chileno. Un sector periférico de Punta Arenas, cuyas rutas pertenecen a privados imposibilitando la mantención. El terreno es de arcilla, elemento que con sólo un poco de agua lluvia se transforma en barrial.
Un proyecto de conservación de caminos en toda la región de Magallanes podría solucionar esta problemática sobre todo en los sectores periurbanos.
Pero el vertimiento ilegal de basura es otra problemática de los vecinos. Hace meses la municipalidad retiró las bateas que se implementaron especialmente para que los vecinos del sector depositen su basura debido a que extraños llegaban a verter cantidades industriales de basura.
Basura de extraños y caminos en constante mal estado, dos problemáticas que arruinan la calidad de vida de estas familias que apostaron por vivir en este lugar lejos de la ciudad.