Pasado el mediodía, en Puerto Natales, comenzó nuestro viaje hacia la naturaleza. Algo de frío, viento. Condimentos infaltables de la Patagonia chilena. Una navegación por las frías aguas australes con un objetivo. Conocer las masas blancas de hielo que han adornado esta zona desde hace miles de años. A 70 kilómetros de nuestro zarpe nos sorprende el Glaciar Balmaceda.
Pero el Parque Nacional Bernardo O’Higgins tenía algo más. El Glaciar Serrano: masa de hielo que se puede apreciar a través de un mirador. A través de un sendero se podrá acercar a esta maravilla. Al glaciar solo se puede acceder a través de navegación, los viajes son diarios y tienen un valor de $55.000 por persona.