Maritza junto a su hijo no solo pensó dos veces, anticipadamente llegó para comprarle todo el uniforme.
Y es la decisión que mueve a la mayoría, poca gente, mucha variedad de tallas y modelos. No hay que luchar por una prenda, todos es más tranquilo, no sólo para los padres, sino que también para los estudiantes.
Las ofertas son muchas, los valores también. Las tiendas se prepararon hace semanas. Y es que los uniformes llegaron en enero a las vitrinas.
Incluso hay quienes vienen desde Argentina a comprar uniformes.
Las camisas y los pantalones son las prendas más baratas, de igual forma la invitación es siempre a cotizar. Pero no porque el precio sea bajo se pierde la calidad aseguran en el comercio.
Ir tranquilo, no esperar hasta última hora. Un sencillo acto que le ayudará a evitarse una verdadera pesadilla cuando marzo esté cada vez más cerca.