A seis meses de lo ocurrido, 12 familias que vivían de la pesca artesanal vieron como la fuerza de la naturaleza destruía por completo sus lanchas. Hoy recuperan las esperanzas. Herber Barrientos, tuvo que golpear varias puertas junto a los pescadores artesanales del sector para retomar su trabajo… pero como muchas veces la ayuda tarda pero llega, recibió el motor para su lancha.