Se construyeron como un resguardo para quienes toman locomoción colectiva, pero a pesar del frío y viento, muchos pasajeros sencillamente prefieren no ingresar. Hablamos de los paraderos municipales de Punta Arenas que algunas personas incluso ocupan como un baño, y son precisamente esos malos olores la razón del rechazo de los vecinos a usarlos.