Es un refugio para 70 especies de aves autóctonas, acostumbradas a las inclemencias del tiempo, no así la estructura que protege su hábitat en el sector norte de Punta Arenas. Tras las últimas ráfagas de viento, las rejas que cercan el humedal de tres puentes, cayeron. Agrupaciones animalistas exigen una solución estructural.