Gabriel y el alcalde de Punta Arenas daban el vamos. Movían sus piezas, pensaban las jugadas. Pasaron algunos minutos y Emilio Boccazzi optó por una opción. Pero Gabriel no estaba para empates. Quería llegar al final de su partido que jugó en simultáneo con otros 670 ajedrecistas. Todos buscaban un desafío. Romper el récord nacional.
En el patio central de Zona Franca se dieron cita los jugadores de distintos establecimientos municipalizados, subvencionados y particulares de Punta Arenas. Finalmente el alcalde y Gabriel terminaron su juego. Y la meta se logró. 671 jugadores rompieron el récord que tenía Santiago con 500 estudiantes. Ahora ya piensan en un nuevo desafío. Superar su propia meta de una simultánea de ajedrez y poner en jaque a quien los quiera enfrentar.