Ellas se tomaron la cancha del Club Naval Río de Los Ciervos. Un panorama que se vuelve un vicio para muchas de estas mujeres. El deporte elegido para la entretención, pero también, para encontrar un momento de tranquilidad.
El golf se ha convertido en la excusa de varios para que, cada cierto tiempo, visiten Magallanes. Porque si existe algo que definitivamente junta a chilenos y argentinos, en este rincón, al sur del continente, es el deporte. Fue así como se vivió este nuevo campeonato de golf organizado por el Magallanes Golf Club.
Entre chilenos y argentinos, reuniéndose en torno a unos palos de golf y un almuerzo de camaradería, se escriben muchas historias. Y precisamente, el club organizador, tiene 97 años de gestas deportivas y se alza como el tercero más antiguo del país.
El golf, encuentra en Magallanes a un aliado o enemigo, dependiendo de su antojo. El viento es, sin duda, un factor decidor en las horas en que estos deportistas se dedican a una pasión, poco masiva, pero que guarda varias historias, una que habla de inmigrantes ingleses y de una pequeña cancha detrás del Cerro de la Cruz, ya en 1905.
No es fácil jugar golf, está claro. Precisión, concentración y adaptarse a la voluntad del clima son parte de las condiciones que se deben considerar. Sin embargo queda en evidencia que tal como ocurre con otros deportes, reúne a las familias, a los amigos y acorta las distancias entre vecinos países.