Cerca de 150 personas, en su mayoría orilleras de playa negra, marcharon hasta la termoeléctrica Santa María propiedad de Colbún. Denuncian que el agua que botan los ductos de evacuación de la central ha eliminado su única fuente laboral.
Incluso los buzos mariscadores señalaron que ya no tienen qué sacar del fondo del mar, porque los crustáceos salen cocidos y nos le sirven para venderlos.
Tanto ellos como las algueras exigen que la empresa los indemnice o bien les entreguen un sueldo mensual.
Por su parte Colbún señaló que mantienen conversaciones con tres agrupaciones de Coronel que sumadas representan 11 sindicatos y explicaron que en sus cuatro años de funcionamiento siempre se han mantenido abiertos al diálogo con la comunidad.