Nelson Briones compró al contado su vehículo Hyundai I-10 hace más de un año en Gildemeister. Al llegar a su casa, y revisarlo, encontró partes internas roídas por ratones. Al reclamar sólo le ofrecieron cambiar la pieza, una estructura interna que requería el retiro total del motor. Reclamó ante el Sernac, pero en la entidad le dieron la razón a la empresa.