El incendio en Valparaíso dejó en evidencia el peligro de la proliferación de los microbasurales o basulares clandestinos en los cerros habitados. Una situación que no es ajena a la región del Biobío y que preocupa a los municipios. Piden más atribuciones, herramientas legales y recursos para castigar y fiscalizar a los responsables. Más allá de medidas de prevención, limpieza o recolección de desechos, sólo pueden cursar una multa que no supera los 130 mil pesos a quienes sorprendan botando desperdicios en terrenos abiertos, privados o en la vía pública. La Seremi de Medioambiente ya inició un catastro de las quebradas y sectores más complejos.