El problema en la mayoría de los casos es que las mujeres no están acostumbradas al autoexamen, para buscar objetos extraños en su propio cuerpo, y ven a la mamografía como una molestia, cuando en realidad es la forma más efectiva de prevenir el cáncer de mama.
La idea del programa de prevención es crear conciencia que la enfermedad es perfectamente curable, si se detecta a tiempo.