El renacer del Morro y las graderías repletas. Dos años y medio de lenta reparación para que los seguidores de Naval pudieran volver a alentar a su equipo en el recinto donde se sienten como en casa.
La semana pasada las autoridades dieron el visto bueno para el partido, pero un día antes del encuentro frente al puntero de la Orimera B, aceptaron que fuera con público.
Pero no todo fue perfecto, porque en la cancha no se dio el triunfo que esperaban. El cuadro del Ancla empató a uno con San Marcos de Arica.
Al menos la cancha de pasto sintético superó la prueba. En noviembre comienza la segunda etapa de remodelación. Se invertirán mil millones de pesos.
Aún falta para que sea el de antes, o mejor que antes, pero poco a poco en Talcahuano los hinchas de Naval pueden decir que de están de vuelta en casa.