Está en la unidad donde debería estar mejor protegido, en el Hospital Herminda Martín de Chillán, pero un confuso accidente le provocó una fractura en su cráneo y moretones en sus piernas y espalda. Se trata de un prematuro extremo que nació a las 31 semanas de gestación. Su madre sólo pide que se aclaren los hechos. Asegura que su hijo cayó de los brazos de una paramédico. Interpuso una querella por cuasidelito de lesiones graves en contra de quienes resulten responsables.
El jefe de la unidad de neonatología reconoce el accidente, pero advierte que se debe a un episodio fortuito y que el menor cayó de la incabudara. Además, agrega que el recién nacido evoluciona de forma positiva.