En todo el país se realizó una campaña que invitó a los choferes del transporte escolar para que, de manera voluntaria, acudieran a los puntos en los que la Seremi de Transporte y Carabineros fiscalizaría sus automóviles.
En la instancia se pegó un sticker en aquellos furgones que contaban con todas las medidas necesarias para trabajar en el rubro y las autoridades reiteraron el llamado de responsabilidad que deben tener los padres cada vez que contratan este servicio.