Fue en febrero de 2003 cuando Andrés San Martín realizó una misa en conmemoración del cumpleaños de Coke Matute en San Pedro de la Paz. “Me duele mi responsabilidad sacerdotal por guardar un secreto de confesión. Y eso en conciencia me obliga a no denunciar a aquellos que secuestraron a un muerto…”, fue parte de la prédica que el entonces sacerdote realizó frente a la familia Matute Johns. Palabras que generaron polémica y que llegaron a la justicia días después cuando fue interrogado. Un proceso que se repetirá esta semana. El Magistrado Jaime Solís, confirmó la diligencia que pidió la familia del joven desaparecido. No es la única, además ya ha tomado declaración a cinco testigos de los nuevos antecedentes.