La lluvia y las nubes espantaron a los turistas del Biobío. En Playa Blanca, una de las principales de la región, sólo se veían unas cuantas personas dispuestas a disfrutar del mar a pesar de que el día no acompañaba. En el centro de la ciudad, los penquistas tuvieron que sacar los paraguas y la ropa de invierno. El sol y el calor deberían volver el jueves.