A través de una página web contactó a quien le vendería más tarde el auto de sus sueños. Sin embargo se convirtió en su pesadilla. El vededor se ganó su confianza y lo confundió. El gran error fue haberle entregado en efectivo más de ocho millones de pesos sin ningún comprobate. Dias más tarde , al hacer la transferencia, el hombre desapareció con el vehñiculo y el dinero. Ahora sólo le queda la justicia para ver si logra dar con el paradero del supuesto estafador, el cual tiene antecedentes por el mismo delito en Santiago.