Antiguos relatos de vecinos de Chillán hablan de una cadena de túneles construidas por el obispado, para conectar la antigua Catedral previa a 1939 con las cuatro parroquias céntricas de la ciudad, además del seminario jesuíta y los conventos de monjas. Fueron precisamente esas historias las que recordaron los vecinos de Chillán, luego que la constructora Claro Vicuña descubriera dos estructuras de ladrillos, durante los trabajos de ampliación de la avenida O'Higgins. Si bien los expertos se inclinan por un acuífero, como el origen de los túneles, la palabra final la dará un arqueólogo que llegará a la zona desde Santiago la próxima semana, comisionado por Monumentos Nacionales para investigar la situación. En tanto, los vecinos de Chillán han llegado a los túneles, ubicados a las alturas del 400 y 600 de la avenida O'Higgins, para llevarse restos de los ladrillos que quedaron destruidos, tras el paso de las palas mecánicas por el lugar.