Raquel Huilipán (69) no llegó al funeral de su hermana, en Lebu, y esa fue la pista final que permitió a la familia confirmar que algo malo pasaba con ella. Denunciaron la situación a la PDI, donde estamparon una denuncia por presunta desgracia. Entre tando, los sobrinos se percataron que desde hace un mes que no le respondía llamados telefónicos.
Al abrir la puerta de su casa, en la población Gabriela Ramirez de Lebu, apareció el cuerpo de la mujer, tendido boca abajo, vestido con su pijama, y sin señales de la participación de otras personas en su muerte. Todo apunta a que alguna complicación de su diabetes sería la causa de su desmayo, y al final su muerte.