Hace 15 días, Cristina, una joven de 23 años, dejó la casa que
compartía con su pareja cansada de las agresiones. La madrugada del martes,
Julio César Cabrera Seguel de 36 años llegó a buscarla a la casa de su mamá con
la excusa de que quería despedirse antes de partir a trabajar al norte. Ella lo
recibió en la cocina, fue ahí donde la atacó. Al menos cinco puñaladas recibió
la joven en distintas partes de su cuerpo, pero una de ellas podría dejarla con
una parálisis. Un brutal ataque que presenció la madre de la mujer y la pequeña hija de la pareja. Según el Ministerio
Público si no hubiera sido por el auxilio de su
familia, Cristina podría haber muerto. El hombre escapó del lugar y
estuvo prófugo, pero el miércoles se entregó a Carabineros. Fue formalizado por
femicidio frustrado, quedó en prisión preventiva y arriesga a lo menos, 10 años
de cárcel. Las agresiones eran constantes según los cercanos de la pareja.
Existían dos denuncian por violencia intrafamiliar. A principios de diciembre
se enfrentarían en un juicio, por eso ella estaba con medidas de protección.