A las 16.30 horas decidió subir a lo más alto de la torre de alta tensión para protestar. Juan Carlos Coa, solicitaba así una solución habitacional para él, su esposa embarazada y sis dos hijos. Al paso de los minutos la preocupación aumentaba, la humedad en el ambiente incrementaba el riesgo de electrocutarse. El hombre con su temeraria medida no accedía a bajar de la torre, infructuosas llamadas de autoridades municipales no lograban persuadirle en su decisión. Finalmente y después de dos horas descendió tras el compromiso adquirido por el municipio de Coronel, que costeará un mes de arriendo y luego le facilitará una mediagua para su familia.