No hay rastros ni antecedentes que indiquen quién o quienes perpetraron el incendio que por segunda vez afecta a la base de la brigada de Conaf en Tirúa.
Esta vez las pérdidas fueron avaluadas en 15 millones de pesos.
Los módulos siniestrados correspondían a los baños, dormitorios y bodegas utilizadas por los brigadistas, que en los meses de noviembre y diciembre se repliegan para combatir los incendios forestales de la zona.
Son más de 30 millones de pesos en pérdidas en ambos atentados, dos querellas y una investigación que continúa para dar con el paradero de los autores de los ataques.