Han pasado más de tres años desde que postularon por primera vez a sus viviendas. Seis meses se han demorado en entregárselas y la paciencia de casi un centenar de mapuches urbanos llegó a su fin. En su representación, sesenta personas se tomaron las oficinas del Serviu exigiendo una solución. El gran problema es que es que un buen número de familias ha matriculado a sus hijos en colegios de Hualqui y temen que llegado el inicio de clases aún no puedan vivir ahí. Con respecto a esto y luego de una forzada reunión, el director del Serviu aclaró que se harán los esfuerzos pertinentes para que las viviendas estén habitadas la primera semana de marzo.