Roberto Figueroa, Juan Salazar y Juan Palma pusieron en riesgo sus vidas este jueves para demostrar su descontento frente a la central Bocamina II. Son tripulantes artesanales de Coronel que exigen una indemnización por parte de Endesa.
Permanecieron cerca de cinco horas atados a una cuerda a un ducto de la termoeléctrica. Tras la protestas uno de ellos se descompensó, por lo que tuvo que ser atendido por el SAMU.
Los sindicatos de algueras y pescadores artesanales de Lo Rojas apoyaron la acción de sus compañeros. Todos ellos rompieron las mesas de diálogo con la empresa. En Endesa reprochando la actitud de estos tripulantes y señalaron que para acceder a su petición deberán recurrir a tribunales.